En un mundo de alimentos procesados, nuestro compromiso es producir pan de la manera más saludable posible sin comprometer su sabor auténtico. Creemos en una cocina donde menos es más, en la cual la simplicidad de las recetas permite cuidar cada detalle y utilizar los mejores ingredientes orgánicos. No usamos levadura comercial en ninguna de las etapas de nuestros procesos, únicamente utilizamos masa madre natural de cultivo propio, para descomponer los carbohidratos y desarrollar una estructura elástica de gluten capaz de liberar todos los minerales nutritivos que contiene el trigo de modo que el organismo lo pueda absorber mejor.
Todas las mañanas nuestros panes salen recién horneados después de haber pasado por un proceso de fermentación de 24 horas el día anterior para liberar las proteínas y nutrientes del trigo. En lugar de usar máquinas para doblar o laminar optamos por procesos donde prevalezca el contacto humano en superficies de materiales nobles.
Somos panaderos porque ¡el pan es la vida misma!, contiene todo lo que el ser humano necesita para vivir. Incluso, en algunos dialectos antiguos, se utiliza el mismo vocablo para las palabras pan y vida. Es por esta razón que compartimos el pan de cada día con las Aldeas Infantiles SOS, a quienes donamos parte de nuestra producción diaria para que ofrezcan a decenas de niños en Panamá un alimento fresco y nutritivo.