De la mano de agricultores y las materias primas completamente naturales, en Krume Bäcker seguimos la tradición austriaca de la elaboración artesanal y orgánica, para la producción de nuestro pan.
Su espíritu panadero también lo heredó de su tío Jakob Schmid, quien desde 1992 se dedica a este negocio y es dueño de ÖztalBäck, una cadena de panaderías que se ha convertido en referente en la región donde se encuentra, Öztal, Austria. Con su herencia y tradición, Natalie busca seguir logrando un impacto positivo en la vida de las personas y comunidades, ayudando a mejorar sus hábitos alimenticios.